Morihei Ueshiba, también conocido como O-Sensei, fue el fundador y creador del Aikido. Nació en 1883 en la prefectura de Wakayama, Japón. Comenzó a practicar artes marciales desde una edad temprana, estudiando jujutsu y kenjutsu. También practicó varias artes marciales tradicionales japonesas y estudió diversas filosofías y religiones, incluyendo el Shintoísmo y el Omotokyo.
Durante la Primera Guerra Mundial, O-Sensei sirvió en el ejército japonés y luego regresó a Japón, donde continuó desarrollando su arte marcial. Durante la década de 1920, comenzó a llamarlo «Aikido» (el camino de la armonía con el universo) y abrió su primer dojo (lugar de entrenamiento) en Tokyo. En 1942, O-Sensei se mudó a Iwama, donde construyó un dojo y una granja, donde vivió el resto de su vida.
A lo largo de su vida, O-Sensei viajó por Japón y el extranjero enseñando Aikido y promoviendo su filosofía. Falleció en 1969, pero su legado continúa a través de sus discípulos y los millones de practicantes de Aikido en todo el mundo.
El legado de O Sensei
El legado de Morihei Ueshiba, también conocido como O-Sensei, es su creación y desarrollo del Aikido. A través de su vida, O-Sensei trabajó en perfeccionar un arte marcial que promoviera la paz y la armonía entre las personas. El Aikido se basa en técnicas de defensa y ataque derivadas del jujutsu y el kenjutsu, junto con elementos filosóficos y espirituales de diferentes tradiciones. O-Sensei también enfatizó la importancia del desarrollo personal y espiritual a través del Aikido, y su enfoque en la armonía y el respeto contribuyó a la creación de una comunidad pacífica.
O-Sensei también dejó un legado de enseñanza y liderazgo, ya que formó a muchos discípulos que continuaron enseñando y promoviendo el Aikido después de su muerte. Su legado también se refleja en la gran cantidad de practicantes de Aikido en todo el mundo, que continúan practicando y beneficiándose de las enseñanzas de O-Sensei.